domingo, 17 de junio de 2012

LO QUE ME GUSTA Y LO QUE NO. SER O NO SER ESCRITOR Una aproximación al espíritu crítico.


Cuando estudiaba guión de cine me quedé con una frase de mi admirado profesor y querido amigo Pedro Loeb: Los productores entienden de películas que funcionan y películas que no funcionan. Se me pusieron los pelos como escarpias ¡qué barbaridad! Luego lo entendí. Si haces una película muy buena, una obra de arte, una película conceptual, abstracta, plena de sentido, transgresora, pero no funciona, no haces más películas, a menos que te las pagues tú, o persuadas a un mentecato con pasta. Si haces una película corriente, pero funciona, haces más películas, y eso te da la oportunidad de hacer películas buenas. Hay muchos ejemplos. En el circuito del cine hay público para todos los gustos. Personalmente disfruto del cine de Tavernier, de Malle, de Von Trier, de Besson, de Renoir, de Winterbottom, de Solontz, de Buñuel, de Haneke, de Bergman, que podríamos decir que pertenecen a esa parte del séptimo arte que entronca más con las vanguardias, que está dirigido a un público maduro, culto, más liberado; pero también disfruto, y mucho, con el cine comercial de Hollywood, desde el cine de acción a las películas románticas. Y creedme, disfruto de verdad. Siempre me he cagado en la polarización, en estar a favor o en contra, en el posicionarte en chuminadas. Me gusta el buen cine, lo interprete Schwarzeneger, Adam Sandler, Buscemi, Klaus Kinski o Liv Ullmann. 

Con la literatura me sucede lo mismo, y con la música. Observo el arte con pocos o ningún prejuicio. La labor creadora, en sí misma, me parece divertida, difícil, angustiosa, liberadora, atenazadora, esclava y libre. Y eso hace que sienta un respeto reverencial con quien se atreve a exponerse y mostrar su arte. Luego decido si me gusta o no. Pero de ahí no paso.

Esto que expongo, querido amigo, es sólo para situar mi ámbito de crítica, que como ves es sumamente complaciente. No espero, ni mucho menos, que la crítica sea complaciente conmigo. Es más, no lo será y eso me permitirá observarme desde un lugar más neutral, donde pueda identificar las carencias que no he sido capaz de ver y poder así tomar acciones correctivas. 

En las siguientes entradas hablaré del proceso creativo y de lo que los angloparlantes llaman "feedback".

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